sábado, 24 de diciembre de 2016

Noche buena... una más sin ti.


Un día más, camino como siempre para mantenerme ocupado, para no pensar en ti, para tratar de sentir nuevamente el calor del sol, para poder escuchar a las aves cantar y a los coches pasar, pero solo puedo sentir un vacío, ese que dejaste en mi al irte de mi lado y me río por no llorar y me cuento un chiste por no ahogarme en mi rabia y en mi pena.

Llegan las fiestas y me quede nuevamente con tus regalos, esos que tanto pensé y que preparé con tanto amor para dártelos. Ahora solo me queda conversar con mi soledad esta noche y brindar con tus recuerdos mientras veo cada una de las fotografías que tengo de ti, mientras escucho cada canción de nuestra historia, como lo hice tantas veces desde que me alejaste de ti.

Seguro sonreiré recordando tan lindos momentos, y reiré recordando tus manías más traviesas como la de hacer lo que querías con mi rostro mientras yo me perdía en tus ojos. Y veré cada sonrisa tuya atravesando como en un sueño por las bocanadas de humo que salen de mi ser, impregnados en tristeza y añoranza.

Imaginaré como siempre en estas fechas que llegas a casa cargada de sorpresas y no me quedará más que ir en tu auxilio y retarte por no haberme pedido ayuda, y sonreirás y me conquistaras con un beso, ese que siempre me dice en mis locas fantasías y hermosos sueños "estoy en casa, tranquilo mi amor", te ofreceré algo caliente porque siempre llueve cuando te pienso y hace frío, ese frío que congela cualquier alma solitaria y destruye las esperanzas, pero yo te tengo en mi brazos y tu te apretujas contra mi pecho, somos inmunes a todo eso, somos felices, estamos en paz y vivimos completos, nos sentaremos a tomar esas bebidas calientes que preparé a tu llegada y veremos por la ventana de la cocina la lluvia caer, los coches pasar y la gente correr para salvarse de la lluvia, nos tomaremos de la mano sobre la mesa y solo nos miraremos como esa vez en nuestra banca mientras el olor a café calienta y alimenta nuestras ganas de unir nuestros labios, no como un beso de despedida, ni como uno de buenos días, sino con esa ansiedad de entregarnos en un beso, de decirte, de decirnos tantas cosas, de dejar que nuestros corazones hablen sin palabras y bailen bajo el ritmo de la lluvia.

Interrumpiré mi cavilar y volveré a la realidad para colocar nuevamente ese tema que tanto me recuerda a ti y que me trasporta a tus brazos, beberé otro sorbo amargo, áspero, fuerte de la botella de turno, inundare mi ser de humo y enjugaré la desbordante humedad de mis ojos mientras sonrió porque llego el momento de seguir soñando después de ese ritual inevitable y repetitivo, sonreiré porque viviré por unos minutos más en mi mundo de fantasía a tu lado, en mi realidad alterna, siempre efímera e imposible que me hace tan feliz... imaginaré que me quemé con el café para darle algún uso a ese dolor que se siente en la garganta al entrar a mi fantasía sabiendo que solo es eso... como duele en este momento mientras escribo...

Volveré a ver tu rostro y sentir tu mano acariciando la mía, me acercaré lentamente a tus labios y dejaré a mi corazón contarte lo mucho que le hiciste falta ese tiempo que estuviste fuera de casa, que te diga que sin ti no puede vivir, que eres su única razón para seguir latiendo, que sin ti se apagaría y simplemente no estaría más. Te diré que te amo mientras te acaricio y te abrazare y veremos la calle juntos de nuevo para reírnos de lo que pasa afuera.

De esa manera despertaré una vez más de mi estado onírico para repetir ese monótono ritual y darme cuenta de que aquella molesta humedad en mis ojos tomó la forma de un pequeño riachuelo que escurre la realidad de mi vida que no quiero, que refleja eso en lo que me he convertido desde que me dejaste... solo  una tristeza profunda y seca.

El proseguir de los sueños maravillosos y recuerdos increíbles seguirá toda la noche hasta que mi ultimo dejo de razón y lucidez este por desaparecer y es en ese momento en que siempre le pregunto a la vida, a Dios el porque todo tubo que ser así esperando una respuesta que nunca llegará, es cuando  con mi ultimo ánimo intento ponerme de pie para encontrar mi cama (o un lugar donde poder echarme aunque algunas veces no lo logro y quedo rendido en mi asiento) y morir una vez más... no sin antes siempre decir en voz alta: "Eres la única a quien amé realmente en mi vida, donde estés espero que seas feliz y perdón por no ser yo quien lo haga, perdón por fallarte, perdón por fallarme".

No se cuando pueda dejar esta rutina, pero lo que nunca dejaré es el amor que siento por ti...

By Dark Soul