martes, 29 de agosto de 2017

Y tembló la mañana... Parte 1


Dos maullidos, un solo ronroneo... la noche cae sobre la ciudad caliente, húmeda y apática, llena de hombres carentes de sentido común, concentrados en sus cosas, en su mundo, en su teatro de vida feliz, agazapados en la seguridad de un montón de razones y reglas tontas que los convencen de lo bueno que es ser como se espera, como el resto espera, como el resto cree que es correcto.

Dos cuerpos de pelo corto y orejas puntiagudas se extrañan y arden en deseo de encontrarse, de verse, de tocarse y de devorar apasionadamente a su otra mitad. Un felino sin dormir por pensarla muriendo durante toda la noche no ve la hora de llegar a su destino, sucio y maltrecho abandona el lugarcito que encontró en el bus que abordo en tierras lejanas de manera furtiva, intrépida y decidida, se pregunta que le deparará la visita a tierras extrañas, el encuentro con la razón de su maullar a la luna noche tras noche.

Se toma un tiempo para respirar, reconocer su entorno, caer en cuenta de donde estaba y del porque estaba en ese lugar, lo invaden los nervios, las ansias y la preocupación, sin embargo, también es consumido por una felicidad sin parangón, después de todo la vería de una u otra manera, pero la vería!

Camina con paso lento pero firme, sin saber con exactitud donde dirigirse, pregunta a un humano por el lugar de encuentro y retoma camino a paso cada vez más apresurado, el calor calienta su cabeza, más no su corazón, porque éste esta hirviendo por la velocidad a la que va, casi a punto de estallar, busca el lugar más no lo encuentra y maúlla ya de nervios mientras divisa la puerta buscada entre el comercio de los mezquinos humanos y corre a la misma raudo como cometa.

El encuentro casi consumado, los minutos se niegan a pasar pues los segundos son niños que juegan y se niegan a morir, pensamientos explotan en el minino, buenos y malos, cada vez más y más hasta que finalmente se pierde el sentido, la percepción del bien o mal.

De pronto se escuchan los pasos claros que anteceden a una sombra, se rasga el universo, se detiene el tiempo, se parten las lagrimas en lo mas profundo de su felino ser cuando la mirada fulminante de su gata arrasa con cada rastro de serenidad y raciocinio del pequeño ser peludo.

Sus garritas se entrelazan, él la abraza tan fuerte porque quiere fundirla a su mismo ser y sus esfuerzos por lograr ese milagro metafísico son correspondidos de la mejor manera, el tiempo aún no existe, el vil mundo de los humanos desapareció hace mucho y solo se encuentran ellos dos en un espacio vació, sin reglas, sin el bien y sin el mal, solo ellos y ese sentimiento que fue todo para ambos.

Él no sabe que maullar, ella solo le da su alma en una mirada, ronronean sus corazones en el silencio de sus miradas perdidas y sus sonrisas encendidas, lo único que faltaba y pasó es el dulce contacto de sus hocicos en la inmensidad de su felicidad y completitud.

Él tuvo la fortuna de encontrarla, se dio cuenta de la existencia de una otra realidad, de una otra forma de ver la vida, le enseñaron a olvidar todo y concentrarse solo en lo que realmente importa, el amor. Ella aprendió que hay más cosas por vivir, que se puede ver más halla de donde pensaba que terminaba la realidad.

"Injustamente estas pidiendo que te olvide...Yo no voy a resignarme y que me perdone Dios... yo te amare aunque no estas a mi lado y no me quieras escuchar... aunque digas que has cambiado y te tengo que olvidar..."

29 una vez más y aquí me tienes...

By DarkSoul